La delegación balear que el pasado 18 de octubre partió hacia los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf ya ha vuelto.
Han podido compartir cuatro días muy intensos con familias saharauis y han podido comprobar una vez más la hospitalidad, dignidad, valentía y resistencia de este pueblo hermano. Su gran organización que hace que aún resistan después de más de 40 años de exilio.
La delegación estaba compuesta por representantes de nuestras instituciones, familias acogedoras del programa Vacaciones en Paz y personas interesadas en la causa saharaui.
El programa llevado a cabo fue muy intenso: se reunieron con el presidente del Parlamento Saharaui, Jatri Adduh, con el presidente de la Media Luna Roja Saharaui y pudieron visitar los almacenes donde se guarda toda la ayuda humanitaria. Mantuvieron una reunión con el presidente de AFAPREDESA (Asociación de familiares de desaparecidos y presos políticos saharauis), así como con el ministro de Cooperación Saharaui, Bulahi Sid Mohamed Fadel, el ministro de Salud Pública, Mohamed Lamin Deddi, con el director de Juventud y Deportes y con la directora de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis. También visitaron el museo de la guerra y la wilaya de Dajla, donde fueron recibidos por el gobernador, Salek Baba, y pudieron comprobar los daños causados por las inundaciones del pasado mes de octubre de 2015.
También visitaron dos hospitales y dispensarios para hacer un seguimiento de los proyectos de urología y Pisis financiados por el Gobierno y el Fondo Mallorquín de Solidaridad y Cooperación y realizados y coordinados por nuestra Asociación. También se hizo el seguimiento de los proyectos hechos para rehabilitar los daños causados por las inundaciones y financiados por el Consejo y Gobierno. No podía faltar tampoco la visita a escuelas y guarderías.
El último día los recibió Brahim Ghali, el presidente de la República Árabe Saharaui Democrática, quien agradeció nuestra visita destacando su importancia para el pueblo saharaui.
Las familias mallorquinas han convivido todos los días con las familias saharauis y sus niños de acogida.
Durante estos cuatro días la delegación ha podido comprobar la gran injusticia que sufre el pueblo saharaui viviendo como refugiados en uno de los desiertos más inhóspitos «La Hamada», pendiente del referéndum de autodeterminación para poder retornar a su tierra: el Sáhara Occidental.