Ya ha pasado más de un mes desde que las cooperantes sanitarias de la AAPSIB partieron a los campamentos de refugiados saharauis de Tindouf. Dahba Mohamed regresó hace ya unos días a su trabajo en Mallorca; Rosa Cañellas, Inma Caubet y Yolanda Cáceres seguirán hasta mediados de abril: un trabajo duro y constante.

En esta época el tiempo es apacible en el Sáhara, las temperaturas son primaverales y los atardeceres se impregnan de una luz asombrosa; pero pronto llegarán los calores extremos, insoportables. Los saharauis siguen contando uno a uno los días que pasan, esperando desde hace 41 años poder decidir sobre su futuro y volver a su casa.

Los campamentos, gracias a la colaboración del país anfitrión, Argelia, se van dotando de infraestructuras muy necesarias como son la red de energía eléctrica y el asfaltado de las pistas. Ahora ya no es una odisea moverse entre los cinco campamentos, separados algunos por más de 150 km de distancia. Y las nuevas tecnologías permiten y facilitan la comunicación y por ende nuestro trabajo.

El PISIS o Programa Integral de Salud Infantil Saharaui recoge todas las actividades que pueden hacerse en los dispensarios y en la comunidad para promover, prevenir y atender la salud de los niños y niñas. Supone un colosal esfuerzo y una entrega muy estimable: los recursos del Gobierno de la RASD, incluyendo los de la Cooperación, son escasísimos y desde luego no dan para un salario digno.

Poniendo muchas ganas, la enfermería saharaui va a dar una vuelta de tuerca para SALVAR AL PISIS. ¿Cómo? ejerciendo liderazgo e impartiendo una formación continuada a la plantilla de sanitarios, encargada también de la sensibilización y orientación de la población sobre buenas prácticas en el cuidado de los más pequeños.

Mientras tanto, continúan las agresiones contra la población saharaui en los territorios ocupados del Sáhara Occidental.

Nos encontramos apesadumbrados con las noticias del día a día: la crisis de los refugiados no cesa de darnos pésimas noticias. Libia sigue siendo campo abonado para los traficantes de seres humanos, con más de 700.000 personas pendientes de cruzar el Mediterráneo según informa la IOM. La ONG Proactiva Open Arms acaba de denunciar la desaparición de cerca de 400 refugiados ahogados en un solo día. El atentado de Londres. Cinco años de horror de la guerra de Siria, o el infierno que se vive desde hace unos 20 años en el territorio del coltan, al este del Congo.

A la vez, conflictos tan antiguos como el PALESTINO o el SAHARAUI siguen sin resolverse pese a las resoluciones favorables de las Naciones Unidas y del derecho internacional.

Nosotros seguimos, la fuerza nos la dan este pueblo, estas mujeres, estos niños y niñas.