Un equipo de enfermería y pediatría de la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui viaja de nuevo a los Campamentos de refugiados saharauis de Tinduf (Argelia) el próximo 20 de febrero.

Las enfermeras Rosa Cañellas, Yolanda Cáceres, Dahbi Mohamed y la pediatra Inma Caubet harán una estancia de casi dos meses en los campamentos de refugiados saharauis levantados en la hamada, unos de los lugares más inhóspitos del Sahara, cerca de Tinduf (Argelia). Todas ellas cuentan con una dilatada experiencia en cooperación con el pueblo saharaui refugiado.

La misión tiene el objetivo de formar un equipo de enfermeras y enfermeros saharauis que trabajarán en el seguimiento y evaluación continua del programa Pisis de atención infantil.

Su trabajo se enmarca dentro de una estrategia del Ministerio de Salud Pública saharaui para formar equipos de enfermería muy competentes en todos los dispensarios de atención primaria.

Las condiciones de vida de los saharauis refugiados SIGUEN SIENDO MUY DURAS: la alimentación insuficiente y completamente inadecuada para una situación prolongada es la causa principal de unas tasas de malnutrición infantil inaceptables.

La capacidad de organización de las mujeres y hombres saharauis así como también la ayuda ininterrumpida de la red de solidaridad, de la que Baleares es un buen ejemplo, ha producido muchos avances en los campamentos. Sin embargo, las condiciones de un campo de refugiados nunca permitirán mantener, a la larga, servicios básicos de calidad como deben ser la sanidad y la educación. Ya es hora de que se cumplan las resoluciones de la ONU y de que se organice el referéndum de autodeterminación que debe dar paso a la finalización de este conflicto.

La Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de las Islas Baleares (AAPSIB) desarrolla desde 1990 proyectos de salud en los campamentos de forma continuada. El Pisis (Programa Integral de Salud Infantil Saharaui) atiende a los campamentos una población de unos 15.000 niños de entre 0 y 5 años.

Queremos destacar que los proyectos del AAPSIB son posibles gracias al apoyo de la sociedad balear, el impagable trabajo de los cooperantes y voluntarios, así como el apoyo sostenido del Fondo Mallorquín, la Consejería de Servicios Sociales y Cooperación y la Consejería de Salud a través del Convenio firmado en 2002.